Mensaje en la conferencia desarrollada en San Sebastián (País Vasco), España, en ocasión de celebrarse el 1 de julio el Día Internacional de las Cooperativas.
«Es un honor para mí participar de este evento tan significativo, en un Día tan significativo y en un lugar tan significativo para mí y para el movimiento cooperativo mundial.
No hace mucho tuve la oportunidad de estar allí con varios de ustedes…
Recuerdo con mucha emoción la jornada en la cual me hicieron entrega del premio Denon Artean otorgado a la Alianza Cooperativa Internacional.
Y guardo también con mucha gratitud en mi memoria la calidez y la hospitalidad
con que fui recibido en territorio vasco.
Lamentablemente en esta oportunidad no puedo estar presencialmente allí pero no
quiero dejar de acompañarlos con todo mi afecto y con un fraternal mensaje de
esperanza, de optimismo y de convicción en que la tarea que desarrollan nuestras
organizaciones en el País Vasco y en distintas regiones del Mundo nos convierten en
un actor protagónico del desarrollo sostenible.
Esto es así desde hace dos siglos, cuando comenzaron a tomar forma nuevas
formas de gestión empresarial que demostraron una alternativa clara ante las
desigualdades que generaban las vertiginosas transformaciones en los modos de
producción atravesados por la Revolución Industrial.
Hoy, en un escenario también convulsionado por cambios que nos impactan
permanentemente en nuestra manera de producir, trabajar, consumir, ahorrar,
invertir… está más vigente que nunca esta forma de gestionar el capital en función
del bien común y de las necesidades de desarrollo de cada uno de los pueblos.
Ustedes pueden dar fe de esto. Pueden demostrar que cuando la comunidad toma
en sus manos las herramientas de su propio desarrollo, se construyen sociedades
más equilibradas, armónicas y equitativas.
Y hoy podemos decir en el Mundo entero que no en vano este modelo atravesó dos
siglos y que puede ser un faro que guíe a la humanidad hacia un futuro sostenible.
Esto es, un mundo donde las próximas generaciones vivan en mejores condiciones
que las que lo hacemos hoy.
Un mundo donde la paz, la justicia social, la equidad, la democracia y la solidaridad
conformen la matriz de las relaciones económicas y sociales entre las personas,
entre los pueblos y entre los países de distintos lugares del planeta.
Esto es, básicamente, un Mundo cooperativo.
En esta tarea estamos, juntos, más de mil millones de miembros asociados a tres
millones de cooperativas de todos los continentes.
Y en este Día tan especial para todos nosotros, queremos decir bien alto
que el Desarrollo Sostenible solo es posible de la mano de las cooperativas.
Cien años después de la primera celebración del Día Internacional de las
Cooperativas, seguimos reivindicando y demostrando a lo largo y ancho del
planeta, que somos el modelo más eficaz para que cada comunidad se desarrolle en
democracia, en equidad y en paz.
Y el lema de este año Cooperativas por el desarrollo sostenible habla de nuestro ADN. Es
inherente a ellas la salvaguarda de las relaciones de las comunidades, la mejora de los
recursos locales, el fomento de la responsabilidad social y la adopción de prácticas
comerciales sostenibles y de largo recorrido.
El movimiento cooperativo, una de las redes empresariales más antiguas y
extensas del mundo, fue el primer grupo de empresas a nivel mundial que apoyó
los ODS y fue reconocido como un aliado para alcanzar estas metas.
Amigos y amigas de Euskadi, amigos y amigas de toda España y de distintos
lugares del mundo que están participando de este acto, les agradezco que me
hayan invitado a compartir estos minutos con ustedes y les deseo que tengan una
gran jornada de celebración allí en Donostia diciendo bien alto:
¡FELIZ DÍA DE LAS COOPERATIVAS!«
