Mensaje durante la 60° Asamblea General Ordinaria de La Segunda Cooperativa de Seguros:
«Esta es la Asamblea de una de las cooperativas más emblemáticas de nuestro país y de la la región.
Es para mí un honor estar aquí presente. Siempre es un honor participar de una Asamblea, el evento más importante de cada una de nuestras cooperativas.
Las Asambleas no son actos protocolares. Son la mejor expresión de nuestro modelo empresarial.
Acá se manifiesta la democracia que forma parte explícitamente de la definición de nuestro modelo empresarial y que es parte constitutiva de nuestra Identidad Cooperativa. Acá se demuestra, todos los años, que es posible construir empresas centradas en las personas, comprometidas con su comunidad.
Nosotros no organizamos nuestras empresas para competir.
Lo hacemos para cooperar. Para resolver, desde la ayuda mutua, nuestras necesidades comunes. En el caso de La Segunda, para mutualizar los riesgos de nuestras empresas y de nuestras familias.
Nacemos para cooperar, no para competir.
Sin embargo, somos competitivos.
Somos competitivos porque somos capaces de ofrecer servicios a nuestros asociados en condiciones atractivas por calidad y precio.
Y somos competitivos también porque a nuestros servicios tienen otros atributos, vinculados al compromiso de la cooperativa con el desarrollo de la comunidad.
Nacimos para cooperar y somos competitivos. Algunos podrán preguntarse cómo logramos esto. La respuesta está aquí, en la Asamblea.
Las cooperativas construyen su competitividad en las Asambleas.
Porque aquí deben responder frente a sus asociados. Aquí deben demostrar que han hecho su mejor esfuerzo para lograr los mejores resultados a partir de la cooperación, a partir de la ayuda mutua y a partir de la democracia.
Por eso, nuevamente, gracias a todos Ustedes, por invitarme a su Asamblea.
Quiero agradecerles también por la contribución que realizan al movimiento cooperativo de nuestro país.
En Argentina existen muchas cooperativas, de todos los tamaños y en todos los rincones de nuestra Patria.
Pero entre ellas hay un puñado de grandes cooperativas, de carácter nacional,que tienen los recursos y el liderazgo necesario para mostrar, a todos los hombres y mujeres de nuestra Patria, que el cooperativismo está para grandes cosas.
Para mostrar que no somos una ambulancia que recoge heridos en medio de una crisis. Que somos un modelo de empresa capaz de construir economía con otros valores.
Que somos eficientes para organizar la economía porque sabemos agregar el capital, pero sin concentrar. Ponemos nuestra escala al servicio de nuestros asociados, y no al servicio de la concentración.
Pero no nacimos grandes. La historia de La Segunda es muy rica en ese sentido. Es una cooperativa que nació íntimamente ligada al esfuerzo que realizaron los productores agropecuarios cooperativistas, para poder mutualizar riesgos en condiciones de transparencia y de equidad.
Y siempre formaron parte de una tradición cooperativa mucho más amplia, por lo que trabajan codo a codo con ACA y otras organizaciones del movimiento.
Ustedes han sabido, también, acompañar a Cooperar y a Coninagro, durante décadas, colaborando con el esfuerzo de integración cooperativa a nivel nacional.
Como presidente de Cooperar, les agradezco profundamente ese compromiso con la integración cooperativa.
Pero La Segunda no agotó su compromiso con la integración en el plano nacional. Hace muchos años que esta gran cooperativa es una activa protagonista de la Alianza Cooperativa Internacional, y desde allí colabora en la construcción de la mayor red empresaria del mundo, una red que hoy está integrada por tres millones de empresas, con mil millones de miembros, que están comprometidas con sus comunidades y sus territorios.
Como Ustedes saben, desde hace cuatro años me toca presidir esta organización. Es la primera vez –en una historia de 126 años– que un argentino preside la ACI.
Esta no fue una decisión individual, fue una decisión que tomamos, en forma solidaria, las principales organizaciones del cooperativismo nacional.
La Segunda, junto con Cooperar, y junto con otras cooperativas señeras de nuestro movimiento, tomamos juntos la decisión de que el cooperativismo argentino tenía una propuesta para hacer al mundo.
A cuatro años de esa decisión, creo que hemos hecho un gran camino.
Juntos hemos construidos nuevos y poderosos puentes con el movimiento cooperativo de nuestro continente y del resto del mundo.
Muchos de ustedes han sido testigos de ese proceso. Han visto cómo esta diplomacia de la sociedad civil, que hacemos los cooperativistas, abre caminos para una inserción internacional más inteligente, de largo plazo, centrada en la promoción de relaciones económicas pacíficas y socialmente responsables.
Quiero decirles que esto recién empieza. En pocos días, los cooperativistas del mundo nos estaremos reuniendo en Seúl, en nuestro 33 Congreso Cooperativo Mundial.
Allí debatiremos sobre cuál es nuestra visión frente a los grandes desafíos que enfrentamos como humanidad.
Desde el cambio climático hasta la precarización laboral, desde el impacto de las nuevas tecnologías hasta la construcción de cadenas de valor comprometidas con el desarrollo sostenible y la paz.
Estoy muy entusiasmado y convencido del papel positivo que tiene el cooperativismo a escala global.
He querido dar cuenta de todo esto, frente a esta Asamblea, para que todos sepan que la cooperativa que han construido y sostienen todos los días está contribuyendo al fortalecimiento del modelo cooperativo en el mundo, y que eso los hace más competitivos, más integrados y más capaces de dar respuestas a las necesidades y aspiraciones de cada uno de sus asociados y asociadas.
Por todo eso, nuevamente muchas gracias por invitarme y por permitirme traer este testimonio a su Asamblea, el momento más importante de toda cooperativa.»