Mensaje en la apertura de la VI Cumbre Cooperativa de las Américas, realizada en Asunción del Paraguay del 24 al 27 de octubre:
«Queridos amigos y amigas del cooperativismo de las américas, quiero en primer lugar agradecerles en nombre de la Alianza Cooperativa Internacional, por el esfuerzo realizado en la organización de esta nueva Cumbre Cooperativa, que nos permitirá dar continuidad –y profundidad– al debate que estamos impulsando en todo el mundo.
No estamos solos. Acabo de participar de la XIII Conferencia Ministerial Cooperativa de Africa, un encuentro que los gobiernos y el movimiento cooperativo vienen sosteniendo desde hace cuarenta años. Allí fuimos convocados, en El Cairo, a debatir la contribución del cooperativismo a los objetivos del desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
No es casual que el cooperativismo africano y el cooperativismo de las américas estén debatiendo sobre la misma agenda. Es una decisión política que hemos tomado juntos en la Alianza Cooperativa Internacional.
Los gobiernos y las comunidades están comprendiendo que no hay desarrollo sostenible sin modelos empresariales que sean capaces de hacerse cargo del triple enfoque económico, social y ambiental, y eso es una oportunidad para nuestro movimiento.
No hay desarrollo sostenible de la mano del individualismo ni de la mano de la concentración económica. Al desarrollo económico con equidad social solo llegamos si organizamos una economía capaz de organizar con eficiencia la ayuda mutua para resolver los problemas comunes. Y eso se llama cooperativismo.
Desde este continente, liderados por Cooperativas de las Américas, estamos haciendo un gran aporte a esta construcción de una visión y una estrategia común.
En el 2016 tuve el privilegio de compartir con muchos de ustedes la IV Cumbre Cooperativa, en Montevideo.
Allí mostramos una gran unidad en la defensa de nuestra región, contra planteos de pretendían diluir la organización regional en aras de una errada idea de globalización.
En Montevideo afirmamos nuestra identidad regional y desde allí nos comprometimos a construir un cooperativismo que liderara el desarrollo sostenible.
Un año después, tuve el honor de ser elegido, por primera vez, presidente de la Alianza Cooperativa Internacional.
Esos dos acontecimientos no fueron independientes: los cooperativistas del resto del mundo estuvieron de acuerdo en acompañar nuestra candidatura, porque vieron un continente unido, con vocación para hacerse cargo de la agenda global.
Vieron un continente con mucha historia y con mucha vocación para construir un cooperativismo mundial con raíces en los territorios, que acompañe las respuestas locales que exigen los desafíos globales.
Ese fue nuestro compromiso y por eso estamos aquí representando a la ACI.
Dos años después de la Cumbre de Montevideo, nos tocó organizar la V Cumbre. Aquella vez fue en Buenos Aires. Allí tuvimos la posibilidad de hacerla en forma conjunta con la Asamblea Mundial de la ACI, y por eso los cooperativistas del mundo fueron testigos de nuestros debates, lo que nos facilitó llevar nuestras convicciones a la agenda del cooperativismo mundial.
En Buenos Aires señalamos nuestra preocupación por la forma que estaba adoptando la globalización económica y también por las debilidades que estaba teniendo la cooperación internacional, en el marco del Brexit y del cuestionamiento político que estaban recibiendo los acuerdos vinculados al cuidado del ambiente.
Subrayamos también la necesidad de nuevas reglas para el sistema financiero, un sistema que nos permitiera recuperar la soberanía sobre nuestros ahorros para orientarlo hacia el desarrollo sostenible.
Y también profundizamos sobre las estrategias posibles y necesarias en términos de integración cooperativa y cooperación internacional.
Esas fueron las definiciones que escucharon y compartieron los cooperativistas del resto de mundo, y que fueron la base para los consensos que hemos estado construyendo desde entonces y que hemos ratificado y ampliado en el reciente 33 Congreso Mundial, en Corea del Sur.
En Corea acordamos que profundizar la Identidad Cooperativa es mostrar cómo podemos dar respuesta, desde nuestra Identidad, a los principales desafíos que enfrentamos como humanidad.
Con ese mandato nos encontramos aquí en esta una nueva Cumbre, en Paraguay. Para debatir cómo vamos a aportar a la reconstrucción y al cuidado de nuestra comunidad local y global, como dice el lema de nuestra VI Cumbre.
Mucho ha cambiado desde la Cumbre anterior.
Transitamos la pandemia, que nos obligó a debatir nuestras respuestas ante la transformación digital, y que puso en el centro el cuidado de las personas y del ambiente.
Enfrentamos ahora una guerra que ha puesto en tensión los sistemas agroalimentarios y de energía. Precisamente dos sistemas sobre los cuales tenemos mucho que decir.
Alimentos, energía, transición digital, cuidado de las personas, cuidado del ambiente, el futuro del trabajo, todos temas que debatiremos estos días, que no son teóricos, que tienen que ver con nuestro trabajo diario.
Profundizar la Identidad Cooperativa es mostrar que podemos recorrer el camino de la transformación digital, pero hacerlo con raíces en los territorios, que podemos liderar la transición energética, pero hacerlo desde el protagonismo de las comunidades, desde nuestra orientación al servicio y no al lucro.
Debemos y podemos demostrar que desde nuestra identidad tenemos las mejores propuestas para que consumidores y productores trabajen juntos en la transformación del sistema agroalimentario, como nos invita la FAO.
Debemos demostrar que podemos construir trabajo con derechos y hacerlo desde la autogestión, y que por lo tanto somos la mejor respuesta frente los desafíos del futuro del trabajo que nos propone la OIT.
Sé que cada uno de nosotros va a estar a la altura de las circunstancias. Para eso nos hemos preparado y para eso hemos venido hasta Asunción.
Muchas gracias por su compromiso. Muchas gracias a todas las organizaciones del cooperativismo paraguayo que hoy nos están recibiendo. Gracias por su esfuerzo que hará posible seguir escribiendo juntos la historia grande del cooperativismo regional.
Muchas gracias también al gobierno de Paraguay, y a los representantes de organismos internacionales que hoy nos están acompañando. Nuestra tarea es facilitar el trabajo de nuestros miembros con los gobiernos y con los organismos internacionales. Es el camino para trabajar por el bien común, desde los territorios y con perspectiva global.
Muchos gracias a todos ustedes, amigas y amigos, que apoyan con su presencia esta nueva convocatoria del cooperativismo regional. Desde aquí podremos seguir mostrando que nuestro continente tiene mucho para ofrecer y que continuaremos apostando por un cooperativismo con raíces, movilizado y comprometido con el desarrollo sostenible, la democracia económica y la inclusión social.»