Saludo en el comienzo de la Asamblea realizada el 29 de noviembre por las entidades asociadas a la ACI en la Región Asia-Pacífico.
«Estimados amigos y amigas de la Región Asia-Pacífico.
Qué gusto y qué honor poder encontrarnos en esta ocasión ni más ni menos que aquí, en la República de Corea, en el Marco del 33º Congreso Mundial Cooperativo.
Es una verdadera alegría y un privilegio para mí poder acompañarlos de manera presencial en esta jornada tan importante que van a llevar adelante.
A quienes están participando de manera virtual, también quiero enviarles mi más cálido saludo y celebrar que por medios digitales puedan también ser parte de la Asamblea.
Como siempre digo, la Asamblea es la instancia más importante en la vida democrática de nuestras organizaciones y es un momento de encuentro, de intercambio y también de reconocimientos.
En ese sentido, quiero reconocer y agradecer la tarea realizada por el presidente Li Chungseng, quien ha ejercido esa responsabilidad con gran compromiso y dedicación para hacer realidad la integración cooperativa no solo en Asia y Pacífico sino también a nivel global.
Muchas gracias, Li, y muchas gracias a quienes han integrado el Board regional hasta el día de hoy.
A quienes sean electos en esta asamblea, mi más sincero deseo que puedan sumar sus propuestas, sus convicciones y sus experiencias a una Región que está en constante crecimiento, que expresa una diversidad sumamente rica de organizaciones cooperativas, de culturas y de trayectorias sociales y económicas de cada uno de sus miembros.
Eso es un valor fundamental para la Alianza Cooperativa Internacional y es una de las contribuciones centrales a la puesta en acción de nuestros principios cooperativos.
La ACI necesita regiones fuertes, dinámicas, integradas y abiertas a la participación de los múltiples tipos de cooperativas que existen en cada territorio.
He tenido la oportunidad de estar en distintas oportunidades en muchos de los países que componen esta Región.
He conocido de primera mano la gran capacidad de innovación social y económica que tienen las cooperativas para atender las demandas emergentes que existen en cada comunidad.
También he visto plasmada la vasta trayectoria de muchas cooperativas que, desde hace muchísimas décadas, vienen promoviendo el bienestar y posibilitando el control de sus medios de vida a millones de trabajadores, de productores rurales, de usuarios y consumidores de múltiples bienes y servicios.
Varias cooperativas de esta región están en posiciones de liderazgo en el Monitor Cooperativo Mundial, lo cual expresa su gran potencia empresarial.
Me refiero a una potencia impulsada desde cada uno de sus territorios, una potencia que es fruto de la participación de cada uno de sus asociados y una potencia que ayuda a consolidar el papel económico, social y ambiental del cooperativismo a escala regional y global.
Estimados colegas, estoy convencido de que vuestra Región seguirá siendo un pilar clave para el movimiento cooperativo global.
Como saben, estaremos realizando durante los próximos tres días el trigésimo tercer Congreso Cooperativo Mundial.
Quienes estamos aquí, en Seúl, y quienes se han registrado para participar en línea, podremos poner en común todas nuestras miradas, nuestras experiencias y nuestras propuestas en la búsqueda de profundizar nuestra Identidad Cooperativa.
Esto significa analizar, fortalecer, comprometernos y vivir de acuerdo con nuestros valores y principios cooperativos.
Significa expresar con orgullo que nuestro modelo empresarial es capaz de afianzar la integración económica y social en cada una nuestras naciones, a escala regional y a escala global.
Y significa mostrar cómo esa integración es practicada también hacia afuera de nuestro movimiento, tendiendo puentes con otras entidades de la sociedad civil, con los gobiernos y con los organismos de cooperación internacional.
El nuestro es, sin dudas, el modelo mejor preparado para hacer frente a los grandes desafíos globales.
Para garantizar el trabajo decente, para promover la participación activa de la juventud, para fomentar la equidad de género, para cuidar los ecosistemas y para construir una paz positiva.
Los invito a seguir trabajando para cumplir con estos objetivos y poder seguir construyendo entre todos un Mundo más justo y más solidario.
Nuevamente, permítanme expresar mi profunda satisfacción por poder compartir esta jornada con todos ustedes y deseo que tengan una excelente asamblea.»