Mensaje en la apertura del seminario Acelerar Soluciones Cooperativas Interregionales para el Acceso a los Mercados hacia el Año Internacional del Año 2025:

«Es realmente gratificante para mí como presidente de la Alianza Cooperativa Internacional encontrarme hoy en este lugar asistiendo a un acontecimiento que no es tan habitual y que es profundamente inspirador para quienes promovemos la integración sectorial y regional desde la ACI, que es la casa común de todos los cooperativistas.

Y no es casual que tanto Graciela como Petar estén aquí sentados. Ellos son dos de los principales impulsores en el Board de la ACI de este tipo de estrategias y sé que son dos personas absolutamente convencidas de que solo integrando esfuerzos podemos construir un movimiento fuerte y protagonista a la hora de superar los desafíos que tenemos hoy en el mundo.

Uno de esos desafíos es sin dudas promover la producción y el consumo de forma responsable, tal como lo indica uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible planteado por las Naciones Unidas.

Ahora bien, qué significa para los cooperativistas asumir este objetivo. No voy a hablar de todo lo que venimos haciendo a escala regional y global en relación con este tema porque hay en la agenda de esta jornada líderes nacionales, regionales y mundiales de nuestro movimiento en las ramas agropecuarias y de consumo que se van a explayar en este sentido.

Habrá también testimonios de experiencias puntuales, muy valiosas todas ellas, que demuestran cómo y por qué el nuestro es el modelo más adecuado para alcanzar ese y otros objetivos de desarrollo sostenible.

Pero sí quiero reflexionar con ustedes que cuando los cooperativistas hablamos de desarrollo sostenible no hablamos de algo nuevo. Hablamos de nuestro ADN, como empresas centradas en las personas y el ambiente, que hace dos siglos venimos generando herramientas para que tanto productores como consumidores desarrollen sus actividades de manera responsable y sostenible.

Y esto es algo que desde la ACI hemos puesto en valor de manera muy significativa en los últimos años, mediante acuerdos con la FAO, con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, el FIDA, en nuestro trabajo de incidencia en el C2 y el B20, entre otras instancias.

No es casual que la ONU esté planteando que el 2025 sea nuevamente Año Internacional de las Cooperativas. Sabemos, y los líderes internacionales saben -muchos lo expresan públicamente- que estamos lejos de lograr el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en 2030.

Es más, de algunos de ellos nos estamos alejando estrepitosamente. Y este es el otro punto importante sobre el que quiero reflexionar: afrontamos desafíos que no pueden ser resueltos por sí solos ni por grandes inversores lucrativos ni por los Estados.

No es cierto que cuanto más libre sea el mercado más posibilidades hay de que los pobres dejen de serlo. Como tampoco es cierto que se van a resolver las injusticias porque el poder público le saque algo a los ricos y lo reparta entre los pobres.

Tenemos que concentrarnos en generar riqueza desde abajo y pensando en el bienestar colectivo, para lo cual es necesario consolidar nuestro modelo socio-empresarial, basado en la solidaridad y al mismo tiempo profundamente eficiente en la distribución equitativa de las oportunidades y de los recursos colectivos que gestiona y que regenera de forma permanente.

Eso es lo que nos distingue tanto de los modelos que absolutizan el libre mercado como de aquellos que ponen en el Estado la solución a todos los problemas.

La riqueza está en nuestros territorios, está en nuestras comunidades, y allí debe quedarse, allí debe ser puesta al servicio de la prosperidad de todas las personas, sin dejar a nadie afuera y sin dejar a nadie
atrás.

A riesgo de ser soberbio, quiero ratificar que solo las cooperativas pueden garantizar esa circulación local de los recursos, tanto en áreas urbanas como rurales, facilitando el arraigo, el bienestar y la
prosperidad del conjunto.

Es entonces desde cada comunidad que debemos consolidar el paradigma global que venimos posicionando desde la ACI y que tendrá su próximo gran reconocimiento el año que viene.

Este escenario nos exige, finalmente, ser creativos e innovadores sin distanciarnos ni un ápice de nuestros principios y nuestros valores. Siempre digo que la mayor innovación social de la era moderna es precisamente este modelo de empresa expresado por las cooperativas.

Pero, en un mundo atravesado por una vertiginosa revolución tecnológica y digital, tenemos que poder dar las respuestas necesarias en el tiempo urgente que nos exige este escenario.

Por eso celebro la puesta en marcha de la plataforma Coop2Coop, como instrumento que propiciará un mayor intercambio económico entre empresas que están precisamente en manos de sus comunidades.

Felicito a la CCW por impulsar esta plataforma y celebro que desde las Américas pueda ser nutrida y fortalecida.

Agradezco, asimismo, a los y las representantes de distintas organizaciones del sistema de Naciones Unidas y de la Unión Europea que están aquí apoyando este lanzamiento.

Nuestro modelo socio-empresarial tiene su motor en la voluntad asociativa, democrática y solidaria de millones de personas, pero funciona mejor y da soluciones más rápido si teje alianzas estratégicas con distintos actores, públicos y privados, que faciliten la normativa, el financiamiento y el desarrollo del modelo.

Amigos y amigas cooperativistas, autoridades, representantes de organismos internacionales… para mí, como presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, es un orgullo que nuestra organización
regional de las Américas y nuestra organización sectorial de consumo hayan convocado a esta jornada.

Es una jornada trascendente en toda la acepción del término. De este encuentro saldrán, estoy seguro, conclusiones y miradas que todo el movimiento cooperativo podrá tomar, aprehender y sumar para que entre todos sigamos construyendo un mundo más justo, con productores que encuentren en el cooperativismo la mejor herramienta para producir y con consumidores que tengan en este modelo el vehículo más apto para acceder a alimentos y otros bienes de manera segura y sostenible.»