Seminario organizado por el Grupo Mercado Común y el Foro Consultivo Económico Social del Mercosur, en el marco de la presidencia pro témpore de Argentina en el bloque regional. Participación en el panel Hacia un nuevo consenso de participación de la sociedad civil organizada en el Mercosur.
«En primer lugar, quisiera dejar constancia del compromiso de Cooperar, la Confederación Cooperativa de la República Argentina, con la participación de la sociedad civil organizada en el Mercosur. Nuestra confederación es miembro pleno del Foro Consultivo Económico y Social, prácticamente desde su constitución.
Es bueno recordar que en aquel momento fueron los cooperativistas uruguayos quienes nos incentivaron a hacerlo. Siempre entendimos que, a partir de las redes de cooperación existentes entre los movimientos cooperativos de los países de la región, teníamos mucho para aportar al fortalecimiento de la participación de la sociedad civil organizada.
De hecho, como resultado de este trabajo conjunto, el Foro propuso, y el Grupo Mercosur aprobó, la constitución de la Reunión Especializada de Cooperativas del Mercosur, hace ya 20 años.
Este año no solo celebramos los 40 Años del Mercosur sino también los 20 Años de la Reunión Especializada, como bien nos recordaba el Canciller Argentino en su discurso de apertura.
Este ha sido un espacio muy rico para coordinar esfuerzos entre las organizaciones cooperativas de la región, y los organismos públicos de promoción cooperativa, de cada uno de nuestros países.
La semana pasada, por ejemplo, como fruto de este trabajo, Cancillería Argentina organizó un muy buen encuentro del que participaron los embajadores argentinos en Brasil, Paraguay y Uruguay, junto con los cooperativistas de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina.
Fue una experiencia muy potente. Los embajadores de la región y el movimiento cooperativo de los cuatro países, pesando juntos cómo fortalecer la integración regional. Estamos muy agradecidos con Jorge Neme, Coordinador de la Presidencia Pro Témpore Argentina, por haber impulsado ese encuentro.
Creo que estas son señales importantes, actitudes generosas, que demuestran que ya estamos suficientemente maduros como para acelerar el proceso de integración regional a partir de un protagonismo activo de la sociedad civil.
Pasar de la coordinación entre gobiernos a la integración de los pueblos es un paso que requiere del compromiso activo de toda la sociedad civil.
En ese sentido me congratulo con el diseño institucional del Foro, que incluye como tercer sector a todas las organizaciones que están más allá del clivaje capital – trabajo.
Las organizaciones de usuarios, de consumidores, de profesionales, culturales, académicas, de fomento y de ayuda mutua, tenemos un papel muy importante para cumplir si queremos un Mercosur que sea protagonizado por la sociedad civil, y por lo tanto resiliente frente a los eventuales desencuentros entre gobiernos.
En mi rol de Presidente de la Alianza Cooperativa Internacional he tenido la suerte de observar de cerca el Comité Económico y Social Europeo, que tiene la misma estructura tripartita, y allí nuestras organizaciones han podido desarrollar una actividad intensa para facilitar el aporte de la economía social a la integración europea.
Nuestra visión es que la verdadera integración debe ir más allá de un conjunto de reglas para competir. Debe fundamentarse en relaciones intensas para cooperar.
Y allí tienen mucho para ofrecer todas las organizaciones cuyo centro es cooperar para resolver problemas comunes.
Y no me estoy refiriendo solo a las cooperativas, que como asociaciones de personas hemos organizado nuestras empresas para resolver nuestros problemas comunes como usuarios, consumidores, productores y trabajadores.
Los pueblos de la américa del sur, tenemos fuertes entramados asociativos, enraizados en el territorio, que pueden ser una potente levadura para dinamizar y profundizar la integración regional en el ámbito económico, social y cultural.
No estamos satisfechos con el desarrollo de nuestro querido Mercosur en estos treinta años. Las recurrentes crisis económicas han entorpecido el proceso. Pero creo que no explican todas las dificultades. Me parece que la otra gran explicación es la falta de un protagonismo intenso de la sociedad civil organizada.
Creo que se necesita mucho más Foro Consultivo Económico y Social. Y para eso me parece valiosa la propuesta de pensar un nuevo consenso, como plantea el título de este panel.
En ese nuevo consenso imagino un tercer sector con mayor densidad, con líneas de diálogo centradas en la protección de las personas, las comunidades y el ambiente, que tanto estamos sufriendo en esta pandemia y que tantos desafíos tenemos por delante.
Un comienzo para esto es conceptualizar mejor qué representa el tercer sector. La verdad es que el nombre no nos ayuda. Somos los terceros, los varios, los otros, los residuales que no sabemos cómo clasificar.
Nos gusta pensar que somos las organizaciones que nos especializamos en cooperar para resolver nuestros problemas comunes.
Nuestro eje no es la maximización del beneficio sino la construcción de bien común. Nuestra práctica no es la confrontación de intereses, sino la cooperación para resolver los problemas comunes.
Así conceptualizado, creo que está muy claro todo lo que podemos aportar desde este tercer sector.
Algunos, como las cooperativas y las mutuales, construimos economía desde la ayuda mutua y la democracia económica. Otros producen ciencia o cultura.
Todos tenemos mucho para aportar a la integración regional, desde el paradigma de la cooperación, que es el que define nuestra naturaleza de tercer sector.
Como les decía al principio, los cooperativistas de la región estamos muy entusiasmados en el diálogo asociativo entre nuestras empresas de consumidores, trabajadores y productores. Un diálogo cara a cara, que complementa y justifica el diálogo de los gobiernos.
Creo que desde el Foro Consultivo Económico y Social, los empresarios, trabajadores y organizaciones de cooperación debemos y podemos desarrollar una inteligente diplomacia de la sociedad civil, que acompañe y exceda la necesaria diplomacia de los gobiernos.»